Esta semana, en Grandes Éxitos de Todos los Tiempos:
#0020 – Grandes éxitos de todos los tiempos: ‘I’m A Believer’ – The Monkees
En 1966, un avispado cazatalentos llamado Don Kirschner había creado un grupo a imagen y semejanza de los Beatles, una formación denominada The Monkees.
Conocedor del incipiente pero muy interesante bagaje musical de un joven compositor llamado Neil Diamond, Kirschner le solicitó una canción que siguiera la estela del éxito obtenido por The Monkees con su primer sencillo, ‘Last Train to Clarcksville’.
Hay que reseñar que aquella joven banda llegó a tener mucha repercusión en Estados Unidos, y poco tiempo después en el resto del mundo.

Sin embargo, fueron elegidos a dedo: mediante los productores de televisión Bob Rafelson y Bert Schneider, se insertó un anuncio en la prensa buscando los futuros componentes de la banda.
La cantidad de jóvenes que se presentaron a la convocatoria fue mayúscula, y detallan las fuentes que los directivos del casting (incluso dieron calabazas al genial Stephen Stills, por tener muchas entradas y una dentadura poco agraciada) optaron por elegir a cuatro jovencitos atractivos, pero que a diferencia de Stills y otros que también sabían tocar la guitarra, éstos apenas sabían tocar sus instrumentos.
Fueron elegidos a dedo: mediante los productores de televisión Bob Rafelson y Bert Schneider, se insertó un anuncio en la prensa buscando los futuros componentes de la banda
The Monkees tenían incluso su propia serie de televisión (entre los años 1966 y 1968) orientada al público juvenil que fue todo un éxito de audiencia en infinidad de países. En concreto, aquí en España se comenzó a emitir un año después de su estreno en los USA.
En 1967, yo tenía diez años, y recuerdo con nostalgia como esperaba a que dieran las seis de la tarde de los sábados (la emitían antes de aquel fabuloso concurso llamado Cesta y Puntos) para ver los episodios y disfrutar también con la escucha de ‘I’m A Believer’ y ‘Look Out’, ‘Here Comes Tomorrow’, otro de los temas escritos por Diamond para la serie televisiva de los Monkees, pero que por aquel entonces, yo no tenía ni idea de quién era Neil Diamond.
Sea como fuere, Diamond presentó a Kirschner la canción ‘I’m A Believer’, un tema que el propio cantautor tenía grabado pero que todavía no había sido editado. Y el resultado fue que los Monkees llegaron a publicar una versión que alcanzó el número 1 de las listas yanquis a finales de 1966.
El triunfo fue apoteósico ya que alcanzó a vender cerca de tres millones de copias en Estados Unidos y cerca del millón en la cuna del pop: Gran Bretaña, donde también alcanzó el primer puesto de las listas.
‘I’m A Believer’, conectó con el público juvenil de inmediato y alcanzó a ser el sencillo más vendido al año siguiente de su edición: 1967.
Parece casi increíble que una canción tan sencilla pudiera ser considerada entonces como un tema inspirado por el uso del LSD. En efecto: en la entrevista realizada por Judith Kutch al líder religioso y escritor David Noebel de la Cruzada Cristiana Anticomunista, que apareció en el rotativo Ohio Citizen Journal el 9 de mayo de 1967, éste proclamaba:”Más de la mitad de la música pop está inspirada por experiencias con el LSD. El tema de los Monkees, ‘I’m A Believer’, es claramente un tema de amor, pero todos sabemos que se refiere a las drogas”.
En cualquier caso, era (y lo sigue siendo) una gran canción de afecto de Diamond sin ninguna connotación con las drogas, y la cual se vio agraciada con unos efectivos arreglos de órgano saltarín, punteo de guitarra con sugerencias country, y un estribillo contagioso acompañado de gran piano.
Juan Manuel Escrihuela
(Barcelona, 1957)
Comenzó a interesarse por el mundo del rock hacia finales de 1971, de tal manera que fue convirtiéndose en crítico historiador del género en toda su diversidad.
Desde entonces, ha diseñado portadas de libros musicales, redactados artículos y estudios en varias revistas especializadas (Rock De Lux, Rock Spezial, Revoluciones Por Minuto, etc.)
También dispone en el mercado gran cantidad de libros escritos e incluso ilustrados por él mismo: Beatles, ayer, hoy y siempre (Ediciones Hal Leonard, 1983), David Bowie: Agenda (Teorema, 1985), Joan Manuel Serrat (Edicomunicación, 1992), Eagles, el sonido de California (Quarentena Ediciones, 2006) y la única biografía en castellano de Marc Bolan y sus T. Rex: Marc Bolan: El Guerrero Eléctrico de los 70 (Quarentena Ediciones, 2010).
Su primera novela fue El Sueño ha Terminado (Quarentena, 2010), dedicada a los últimos días de John Lennon.